1. Partículas minerales:
* arena: Partículas grandes y arenosas que se sienten ásperas al tacto.
* limo: Partículas más pequeñas y lisas que se sienten como harina.
* arcilla: Partículas muy pequeñas y pegajosas que se sienten suaves y compactas.
* Fragmentos de roca: Piezas más grandes de roca rota, que van desde el tamaño desde guijarros hasta rocas.
2. Materia orgánica:
* humus: Materia vegetal y animal en descomposición. Es oscuro, desmenuzable y rico en nutrientes.
* raíces: Las raíces vivos de la planta que ayudan a mantener el suelo unido y absorben nutrientes.
* Microorganismos: Bacterias, hongos, protozoos y nematodos que descomponen la materia orgánica y el ciclo de nutrientes.
* Materia de planta y animal muerta: Hojas, ramitas, insectos y otros organismos en varias etapas de descomposición.
3. Agua:
* agua libre: Agua que fluye a través del suelo.
* agua unida: Agua que se mantiene firmemente a las partículas del suelo.
4. Aire:
* espacios de aire: Golpeones de aire en el suelo que son esenciales para las raíces y los microorganismos vegetales.
5. Otro:
* Nutrientes: Elementos esenciales como nitrógeno, fósforo, potasio y calcio que las plantas necesitan para crecer.
* contaminantes: Químicos, pesticidas y otras sustancias que pueden dañar el suelo y sus habitantes.
* Artifactos: Piezas de cerámica, vidrio o metal que pueden haber sido enterradas en el suelo.
La composición varía:
La composición exacta del suelo puede variar mucho según factores como:
* Clima: La temperatura, la lluvia y la humedad influyen en el desarrollo del suelo.
* Material principal: El tipo de roca de la cual se formó el suelo.
* Topografía: La pendiente y la elevación de la tierra pueden afectar el drenaje y la erosión del suelo.
* Tiempo: La formación del suelo es un proceso lento que puede llevar miles de años.
El suelo es un recurso vital que apoya la vida vegetal, proporciona hábitat para innumerables organismos y filtra nuestra agua. Comprender su composición nos ayuda a apreciar su complejidad e importancia.