1. Densidad: La corteza oceánica es más densa que la corteza continental debido a su composición. La corteza oceánica se compone principalmente de basalto y gabro, mientras que la corteza continental es principalmente granito. Esta diferencia de densidad es la razón principal por la cual la corteza oceánica se hunde debajo de la corteza continental.
2. Movimiento de la placa: El movimiento de las placas tectónicas está impulsado por corrientes de convección en el manto de la Tierra. Estas corrientes crean áreas de divergencia (donde las placas se separan) y la convergencia (donde las placas chocan). Cuando convergen placas oceánicas y continentales, la placa oceánica más densa se ve obligada a descender debajo de la placa continental menos densa.
3. Tira de losa: A medida que la placa oceánica subductora se hunde más profundamente en el manto, experimenta un aumento en la presión y la temperatura. Esto hace que los minerales en la placa se deshidraten, liberando agua al manto. El agua actúa como un lubricante, reduciendo la viscosidad del manto y permitiendo que la placa se hunda aún más. Este proceso se conoce como "tira de losa" y ayuda a impulsar el proceso de subducción.
4. Formación de trincheras: La zona de subducción se caracteriza por una zanja profunda que se forma en el límite entre las dos placas. Esta trinchera actúa como un conducto para la placa oceánica descendente y facilita aún más el proceso de subducción.
5. Arcos volcánicos: A medida que la placa subductora se hunde más profundamente en el manto, se derrite debido al intenso calor y presión. La roca derretida se eleva a la superficie, creando arcos volcánicos en la placa continental primordial. Esta actividad volcánica es una consecuencia directa de la subducción.
En resumen:
La combinación de diferencia de densidad, movimiento de la placa, tiros de losa, formación de la zanja y formación de arco volcánico contribuyen a la subducción de la corteza oceánica debajo de la corteza continental.