1. Cristalización de una fusión: Este es el método más común. A medida que se enfría la roca fundida (magma o lava), los átomos dentro de ella se arreglan en patrones específicos y repetidos, formando cristales. Así es como se forman las rocas ígneas, como el granito y el basalto.
2. Precipitación de una solución: Los minerales también pueden formarse cuando las sustancias disueltas en el agua se sobresaturan y comienzan a precipitar. Esto puede suceder en océanos, lagos o incluso cuevas. Los evaporitos, como Halite (sal de mesa), se forman de esta manera.
3. Difusión de estado sólido: Esto implica el lento movimiento de átomos dentro de un sólido. Puede suceder a altas temperaturas y presiones, lo que hace que los átomos se reorganen y formen nuevos minerales. Así es como se forman algunas rocas metamórficas, como el mármol.
4. Biomineralización: Este es el proceso por el cual los organismos vivos crean minerales. Por ejemplo, las conchas se forman a partir de carbonato de calcio, y los dientes y los huesos contienen apatita.
5. Alteración de los minerales existentes: Los minerales pueden transformarse en diferentes minerales por reacciones químicas. Esto puede suceder debido a la exposición al agua, oxígeno u otros productos químicos. Este proceso es importante en la formación de muchos tipos de rocas, incluidas las rocas sedimentarias y metamórficas.