* flotabilidad: La corteza continental es menos densa que el manto subyacente. Esta diferencia de densidad crea una fuerza boyante ascendente, similar a la forma en que un trozo de madera flota en el agua.
* Convección del manto: El manto se mueve constantemente debido a las corrientes de convección. Este movimiento crea presión sobre la corteza continental, empujándola hacia arriba.
* Fuerzas tectónicas: El movimiento de las placas tectónicas también puede crear fuerzas ascendentes en la corteza continental. Por ejemplo, cuando dos placas chocan, una placa puede ser forzada hacia arriba.
Fuerzas hacia abajo:
La fuerza descendente que actúa sobre la corteza continental se debe principalmente a la gravedad . El peso de la corteza continental en sí, junto con cualquier glaciares o capas de hielo suprayacentes, ejerce una fuerza descendente.
Balance:
Las fuerzas ascendentes y hacia abajo generalmente están en equilibrio, lo que resulta en un estado de isostasía. Esto significa que la corteza continental está flotando a un nivel donde su peso es igual a la fuerza flotante del manto.
Desviaciones de ISostasy:
Si bien la isostay es una fuerza poderosa, hay situaciones en las que se interrumpe el equilibrio. Estas desviaciones pueden conducir a:
* Rebound isostático: Cuando los glaciares o las capas de hielo se derriten, se reduce el peso de la corteza, lo que hace que se eleve.
* subsidencia: Cuando los sedimentos se acumulan en la corteza, el peso aumenta, lo que hace que se hunda.
En resumen, la fuerza ascendente sobre la corteza continental no es una fuerza singular, sino una combinación de flotabilidad, convección del manto y fuerzas tectónicas. Estas fuerzas están equilibradas por la gravedad, lo que resulta en un estado de isosta. Pueden ocurrir desviaciones de la isostay, lo que lleva al movimiento hacia arriba o hacia abajo de la corteza.