1. Distribución de depósitos glaciales:
* amplia distribución: Glacial Till, una mezcla de fragmentos de rocas sin clasificar depositados por glaciares, se encuentra en áreas que actualmente están muy separadas, como América del Sur, África, India, Antártida y Australia.
* Tipos de roca similares: La tarea en estas áreas separadas geográficamente a menudo contiene tipos de rocas similares, lo que sugiere que estas masas de tierra alguna vez estuvieron conectadas.
2. Striaciones glaciales coincidentes:
* Instrucciones paralelas: Las estrías glaciales, rasguños en la roca madre causadas por el movimiento de los glaciares, exhiben direcciones paralelas en áreas separadas geográficamente.
* Patrones coincidentes: Las estrías encontradas en los continentes ahora separados por los océanos a menudo muestran patrones coincidentes, lo que indica que los continentes se unieron una vez.
3. Centros glaciales antiguos:
* Posiciones de reconstrucción: La distribución de depósitos glaciales permite a los científicos reconstruir las ubicaciones pasadas de los centros glaciales.
* Evidencia de conexión: Cuando los continentes se vuelven a montar en sus posiciones hipotéticas, estos centros glaciales a menudo se alinean, lo que sugiere que alguna vez fueron una sola masa terrestre interconectada.
Ejemplo:
* La presencia de hasta en América del Sur y África es un fuerte indicador de que estos dos continentes se unieron una vez, lo que permite que los glaciares fluyan a través de ellos.
* Cuando estos continentes se unen, los centros glaciales de estos depósitos se alinean, lo que respalda aún más la idea de la deriva continental.
Por lo tanto, los depósitos glaciales proporcionan una fuerte evidencia de la deriva continental por:
* Demostrando la existencia de glaciares antiguos en áreas que ahora están separadas por océanos.
* Mostrando los patrones coincidentes de las estrías glaciales en los continentes.
* Reconstruyendo posiciones pasadas de centros glaciales, que se alinean cuando se reconectan los continentes.
Esta evidencia, junto con otros datos geológicos y paleontológicos, forma una base sólida para la teoría de la deriva continental.