* Cedición de raíz: A medida que crecen las raíces vegetales, pueden ejercer presión sobre las grietas y las fisuras en las rocas. Con el tiempo, esta presión puede ampliar las grietas, lo que lleva al desglose eventual de la roca. Esto es particularmente efectivo en áreas con ciclos alternos de congelación-descongelación, donde la expansión de hielo en las grietas aumenta aún más la presión.
* meteorización química: Las plantas liberan ácidos, como el ácido carbónico y el ácido oxálico, a través de sus raíces. Estos ácidos pueden reaccionar con minerales en la roca, descomponiéndolos y creando minerales nuevos y más suaves. Este proceso es similar a cómo la lluvia ácida erosiona las formaciones rocosas.
* Materia orgánica: Cuando las plantas mueren y se descomponen, contribuyen a la formación del suelo. Este suelo puede actuar como un amortiguador, protegiendo la roca de condiciones climáticas duras y aumentando la tasa de meteorización química.
* Microorganismos: Las plantas proporcionan un hábitat para varios microorganismos que contribuyen a la meteorización. Algunas bacterias y hongos pueden descomponer directamente los minerales de rocas, mientras que otros liberan ácidos que mejoran el proceso de meteorización.
En general, aunque las plantas no erosionan directamente las rocas como el viento o la lluvia, contribuyen a la descomposición de la roca a través de una combinación de procesos físicos y químicos. Esta meteorización biológica es una parte crucial del proceso de formación del suelo y juega un papel vital en la configuración de la superficie de la Tierra.