1. La naturaleza del cuerpo de la amonita:
* Piezas duras: La capa dura de una amonita, hecha de aragonita o calcita, es mucho más probable que se fosice que los tejidos blandos como el músculo, la piel o los órganos internos. Esto se debe a que las partes duras son más resistentes a la descomposición y la descomposición.
* Piezas suaves: Los tejidos blandos se descomponen rápidamente por las bacterias y los carroñeros, lo que hace que sea increíblemente raro que se conserven. La fosilización de los tejidos blandos generalmente se limita a circunstancias excepcionales como el entierro rápido en entornos anóxicos (sin oxígeno).
2. Condiciones ambientales:
* Entierro rápido: El factor más crucial para la fosilización es el entierro rápido en el sedimento. Esto evita que los carroñeros y la descomposición destruyan el organismo.
* ambiente anóxico: Los sedimentos que carecen de oxígeno (entornos anóxicos) son ideales porque ralentizan el proceso de descomposición.
* Tipo de sedimento: Los sedimentos de grano fino como la arcilla o el lodo tienen más probabilidades de preservar estructuras delicadas. Los sedimentos gruesos pueden dañar o interrumpir el organismo.
3. Procesos químicos:
* Reemplazo mineral: El material de concha original (aragonita o calcita) a menudo sufre diagénesis, donde se reemplaza por otros minerales como la sílice o la pirita. Este proceso puede preservar los intrincados detalles del shell.
4. Oportunidad:
* sesgo de registro fósil: El registro fósil está inherentemente sesgado hacia los organismos con partes duras y las que vivían en entornos que conducen a la fosilización.
Por qué faltan algunas partes:
* Cámaras de concha: Las cámaras de la concha de una amonita a menudo se llenan de sedimentos o minerales después de que el animal muera. Si bien se puede conservar la cubierta exterior, la estructura interna de las cámaras generalmente se pierde.
* tejidos suaves: Como se mencionó anteriormente, los tejidos blandos rara vez se fosilizan. Esto incluye la cabeza de la amonita, los tentáculos y los órganos internos.
En resumen:
Las partes de una amonita que tienen más probabilidades de fosilizarse son la cubierta dura, particularmente la superficie externa. Las cámaras internas y los tejidos blandos rara vez se conservan. Esto se debe a una combinación de factores relacionados con el cuerpo del organismo, el entorno en el que murió y los procesos químicos que ocurren durante la fosilización.