1. Calor: Este es el factor más importante. El calor hace que los átomos dentro de los minerales de la roca original vibren más rápido, rompiendo los enlaces existentes y permitiendo que se formen nuevos. Este proceso, conocido como recristalización , cambia el tamaño, la forma y la disposición de los minerales, lo que resulta en una nueva roca metamórfica.
2. Presión: La presión del peso de la roca suprayacente o de las fuerzas tectónicas también puede causar cambios en los minerales dentro de una roca. La presión puede hacer que los minerales existentes se apriien en nuevas formas o pueden hacer que se formen nuevos minerales. Este proceso, conocido como deformación , puede crear nuevas texturas y estructuras dentro de la roca metamórfica.
Estos dos procesos a menudo trabajan juntos para crear rocas metamórficas. El tipo específico de roca metamórfica que se forma depende del tipo de roca original, la intensidad del calor y la presión, y la presencia de fluidos.