* Falta de partes duras: Las formas de vida temprana eran principalmente de cuerpo blando, carecían de las conchas, los huesos o los dientes que se fosilizan fácilmente.
* Condiciones duras: La tierra temprana era un lugar muy diferente al hoy, con intensa actividad volcánica, temperaturas extremas y falta de oxígeno. Estas condiciones no fueron propicio para la preservación de los fósiles.
* Erosión y metamorfismo: Las rocas de la era precámbrica han sufrido una extensa erosión y metamorfismo, lo que puede destruir cualquier fósil existente.
Si bien existen algunos fósiles precámbricos, son mucho menos comunes que los de épocas posteriores, como el paleozoico, el mesozoico y el cenozoico.