1. Ash:
* Ceniza volcánica: Este material fino y polvoriento cubriría vastas áreas, alterar el transporte, contaminar fuentes de agua y causar problemas respiratorios.
* flujos piroclásticos: Las corrientes sobrecalentadas y rápidas de cenizas, gas y fragmentos de rocas incinerarían todo a su camino.
2. Gases:
* Dióxido de azufre: Este gas reaccionaría con agua en la atmósfera, formando ácido sulfúrico, lo que podría causar lluvia ácida.
* dióxido de carbono: Se lanzaría una cantidad significativa de CO2, contribuyendo al calentamiento global.
* Otros gases: También se liberarían sulfuro de hidrógeno, cloro y flúor, lo que plantea riesgos para la salud humana y el medio ambiente.
3. Lava:
* fluye lava: Si bien no es tan extenso como otras erupciones, la lava aún fluiría de la caldera, destruyendo todo a su camino.
4. Pómela:
* pómez: Esta roca ligera y porosa se expulsaría en cantidades masivas, interrumpiendo aún más el transporte y la infraestructura de enterramiento.
5. Otros materiales:
* rocas: Se expulsarían grandes rocas y rocas más pequeñas de la caldera, causando daños a la infraestructura y la agricultura.
El impacto general sería catastrófico:
* Cambio climático global: Las cenizas y los gases liberados causarían una caída significativa en las temperaturas globales, lo que lleva a un "invierno volcánico" con fallas generalizadas en cultivos y hambruna.
* Extinciones de masa: Los cambios ambientales y la destrucción generalizada conducirían a la extinción de muchas especies.
* desplazamiento humano: Millones de personas serían desplazadas de sus hogares, lo que conduce a crisis humanitarias masivas.
Es importante recordar que si bien una superperupción de Yellowstone es posible, es un evento muy raro. Los científicos monitorean de cerca el volcán y es poco probable que se sorprendan por tal evento. Si bien las consecuencias serían devastadoras, la humanidad probablemente sobreviviría.