1. Permanecer metamórfico:
* Condiciones estables: Si la roca metamórfica permanece en su entorno de formación, sin cambios significativos en la presión, la temperatura o el entorno químico, puede permanecer como lo es durante millones de años.
2. Metamorfismo adicional:
* aumenta la intensidad: Si la roca está sujeta a temperaturas o presiones aún más altas, puede sufrir un mayor metamorfismo, potencialmente transformándose en un tipo diferente de roca metamórfica.
* Cambios en el entorno: Los cambios en el entorno químico (por ejemplo, la exposición a los fluidos) también pueden conducir a un mayor metamorfismo.
3. Meteorización y erosión:
* Desglose: Como todas las rocas, las rocas metamórficas están sujetas a la meteorización y la erosión. Este proceso descompone la roca en pedazos más pequeños, que luego pueden ser transportados por viento, agua o hielo.
4. Elevación y exposición:
* Cycles de la Tierra: Las rocas metamórficas a menudo se encuentran en las cadenas montañosas, que se forman a través de procesos tectónicos que elevan la corteza terrestre. Este proceso puede traer rocas metamórficas a la superficie, exponiéndolas a la meteorización y la erosión.
5. Formación de fusión e ígnea:
* calor extremo: Si la roca metamórfica está expuesta al calor extremo (por ejemplo, en lo profundo de la tierra o debido a la actividad volcánica), puede fundirse. Esta roca fundida se llama magma, y cuando se enfría y solidifica, forma rocas ígneas.
6. Transformación sedimentaria:
* sedimentación: La meteorización y la erosión de las rocas metamórficas pueden producir sedimentos. Este sedimento puede transportarse y depositarse, potencialmente formando nuevas rocas sedimentarias.
En esencia, el destino de una roca metamórfica está entrelazado con los procesos dinámicos que dan forma a la corteza terrestre. Su viaje puede implicar una transformación continua, exposición a la superficie o incluso un regreso al estado fundido.