La alta porosidad y permeabilidad permiten que el agua se mueva más fácilmente a través de la roca, ya que hay más vías interconectadas por las que fluye el agua. Esto puede resultar en rápidos caudales de agua subterránea.
Por el contrario, las rocas con baja porosidad y permeabilidad tienen menos espacios vacíos y más resistencia al flujo de agua. Esto puede conducir a tasas de flujo de agua subterránea más lentas.
Los siguientes factores influyen en los caudales de agua subterránea:
* Porosidad: La cantidad de espacio vacío dentro de la roca.
* Permeabilidad: La capacidad de la roca para transmitir fluidos.
* Gradiente hidráulica: La diferencia de presión del agua entre dos puntos.
* Viscosidad: La resistencia de un fluido a fluir.
* Temperatura: La temperatura del agua.