La extracción de recursos minerales a menudo puede provocar deforestación, ya que es necesario despejar grandes extensiones de tierra para dar paso a las operaciones mineras. Esto puede tener un impacto devastador en los ecosistemas locales, ya que los árboles proporcionan un hábitat para una amplia variedad de plantas y animales. La deforestación también puede provocar la erosión del suelo, ya que las raíces de los árboles ayudan a mantener el suelo en su lugar.