La altura a la que sube el agua en un pozo artesiano está determinada por la cantidad de presión ejercida por el agua atrapada. Esta presión se ve afectada por varios factores, incluida la profundidad del pozo, la cantidad de agua que se filtra en el suelo y la permeabilidad de las capas de roca o suelo.
Los pozos artesianos se utilizan a menudo para proporcionar agua para beber, irrigar y otros fines. Pueden ser un recurso valioso, especialmente en áreas donde el agua superficial es escasa.