El proceso de usar un nivel de agua implica nivelar el instrumento (asegurándose de que el nivel de burbuja esté centrado y el telescopio esté horizontal), apuntar a un objetivo (generalmente una varilla con marcas que indican la elevación) y leer la elevación o altura en la línea de vista. El mecanismo básico se basa en el principio de nivelación geométrica, donde la línea de visión horizontal, definida por el eje óptico del telescopio, sirve como referencia para determinar las elevaciones.
Los niveles son particularmente útiles para aplicaciones topográficas que requieren mediciones precisas de cambios de elevación. Son más eficaces cuando se utilizan en distancias relativamente cortas, ya que los errores pueden acumularse en líneas de visión más largas debido a factores como la curvatura de la Tierra y la refracción atmosférica.
En resumen, los niveles de agua, o niveles de agua, son instrumentos topográficos que combinan un telescopio y un nivel de burbuja para establecer líneas de visión horizontales y determinar elevaciones. Se utilizan para establecer puntos de referencia, medir diferencias de altura y realizar tareas de nivelación en diversos proyectos de construcción, ingeniería y topografía.