No, cualquier tipo de roca puede convertirse en roca sedimentaria, incluidas las sedimentarias, ígneas y metamórficas. Cuando estas rocas están expuestas a la erosión y la intemperie, se rompen en pedazos más pequeños, que luego son transportados por el viento, el agua o el hielo. Estas piezas pueden depositarse en nuevos lugares, donde eventualmente se acumulan y forman nuevas capas de roca sedimentaria.