Viscosidad: La viscosidad del magma mide su resistencia a fluir. El magma muy viscoso fluye lentamente y suele ser más espeso, mientras que el magma de baja viscosidad fluye con facilidad y es más fluido.
Contenido de gas: La cantidad de gas presente en el magma influye en su espesor. El magma con un alto contenido de gas es menos denso y tiende a ser más espeso en comparación con el magma pobre en gas.
Cristalinidad: El grado de cristalización del magma afecta su espesor. El magma con una mayor proporción de cristales suele ser más viscoso y más espeso que el magma con menos cristales.