La ebullición ocurre cuando la presión de vapor de un líquido es igual a la presión que lo rodea. A mayores altitudes, la presión atmosférica es menor, lo que significa que actúa menos presión sobre la superficie del agua. Como resultado, las moléculas de agua requieren menos energía para alcanzar su presión de vapor y escapar en forma de vapor. Esto hace que el agua hierva a una temperatura más baja y, por lo tanto, hierva más rápido a mayor altitud.