Durante las primeras etapas del desarrollo embrionario, se produce un proceso llamado gastrulación, donde se forman las tres capas germinales:ectodermo, mesodermo y endodermo. La cabeza y la cola del embrión comienzan a tomar forma durante este proceso, y se sabe que una molécula de señalización conocida como Nodal está involucrada en este paso crucial.
En su estudio, publicado en la revista Nature Communications, el equipo de investigación se centró en una proteína específica llamada Cripto, que se sabe que interactúa con Nodal. También se sabe que Cripto desempeña un papel en la regulación de la adhesión y migración celular. Al analizar el comportamiento de Cripto en embriones de pez cebra, los investigadores descubrieron que exhibía un patrón único de localización en las regiones organizadoras de la cabeza y la cola, donde se produce la formación de los ejes del cuerpo.
Investigaciones adicionales revelaron que Cripto era esencial para la formación adecuada de la cabeza y la cola en embriones de pez cebra. Cuando se interrumpió la función Cripto, se observaron graves defectos en el desarrollo de estos ejes del cuerpo. Además, los investigadores descubrieron que Cripto interactúa con otra proteína llamada Smad7, que se sabe que inhibe la señalización nodal. Al interferir con esta interacción, Cripto promueve la señalización nodal, que es crucial para el desarrollo adecuado de la cabeza y la cola.
El profesor Asakawa explica la importancia de sus hallazgos:"Nuestro estudio revela la importancia de Cripto en el establecimiento de los ejes del cuerpo de los vertebrados. Al revelar la localización dinámica de Cripto y su papel en la regulación de la señalización nodal, hemos obtenido una comprensión más profunda de los complejos mecanismos moleculares. subyacente a los procesos fundamentales del desarrollo embrionario. Este conocimiento puede conducir a nuevos conocimientos sobre los trastornos del desarrollo y proporcionar vías potenciales para intervenciones terapéuticas".
El descubrimiento del papel de Cripto en la formación de la cabeza y la cola no sólo contribuye al campo de la biología del desarrollo sino que también resalta la intrincada interacción de las moléculas de señalización y sus mecanismos reguladores en la configuración de la arquitectura del embrión en desarrollo.