Los arqueólogos comienzan su trabajo investigando el área que planean excavar. Esta investigación incluye el estudio de documentos históricos, mapas y fotografías aéreas. Los arqueólogos también entrevistan a habitantes locales que pueden tener información sobre el sitio.
Paso 2:Encuesta
Una vez que los arqueólogos conocen bien la zona, realizan un estudio. Esto implica caminar sobre la superficie del sitio y buscar cualquier signo de actividad humana. Los arqueólogos también pueden utilizar detectores de metales u otros instrumentos para ayudarles a encontrar artefactos enterrados.
Paso 3:Excavación
Si los arqueólogos encuentran evidencia de actividad humana, comenzarán a excavar el sitio. Este proceso implica retirar cuidadosamente la tierra y otros materiales que cubren los artefactos. Los arqueólogos utilizan una variedad de herramientas para excavar, incluidas palas, paletas y cepillos.
Paso 4:Documentación
Mientras excavan, los arqueólogos documentan cuidadosamente todo lo que encuentran. Esto incluye tomar fotografías, dibujos y notas. Los arqueólogos también recolectan artefactos para estudiarlos más a fondo.
Paso 5:Análisis
Una vez finalizada la excavación, los arqueólogos comienzan a analizar los artefactos que han recolectado. Esto implica estudiar los materiales, las formas y las decoraciones de los artefactos. Los arqueólogos también utilizan la datación por radiocarbono y otros métodos para determinar la edad de los artefactos.
Paso 6:Interpretación
Basándose en su análisis de los artefactos, los arqueólogos desarrollan una interpretación del sitio. Esta interpretación puede incluir información sobre las personas que vivían en el sitio, su cultura y su vida diaria.
Paso 7:Publicación
Los arqueólogos comparten sus hallazgos con el público a través de publicaciones, conferencias y exhibiciones. Esto ayuda a educar a la gente sobre el pasado y a preservar el registro arqueológico.