La investigación revela que varias especies de coral exhiben patrones distintos en su resiliencia y vulnerabilidad a los efectos del cambio climático. Las consecuencias del calentamiento de las aguas, la acidificación de los océanos y otros factores estresantes sobre la salud de los corales varían según la especie de coral debido a sus adaptaciones únicas y diferencias genéticas. A continuación se presentan algunos hallazgos clave:
1. Variación de la tolerancia térmica:
- Algunas especies de coral, como los corales cuerno de ciervo y cuerno de alce (Acropora spp.), tienen una tolerancia térmica relativamente baja. Estas especies experimentan blanqueamiento y muerte más fácilmente cuando la temperatura del agua aumenta ligeramente.
- Otras especies de coral, como los poritos (Porites spp.) y los corales masivos (familia Faviidae), tienen mayor tolerancia térmica. Pueden soportar temperaturas ligeramente más altas sin sufrir un blanqueamiento severo.
2. Respuestas diferenciales a la acidificación de los océanos:
- Ciertas especies de coral muestran sensibilidad a la acidificación de los océanos, lo que altera la química del agua de mar. Por ejemplo, los corales ramificados (Acropora spp.) y las especies de coral delicadas son particularmente vulnerables a las tasas reducidas de calcificación y al daño esquelético causado por la acidificación.
- Las especies de coral más robustas, como los corales masivos, parecen verse menos afectadas por la acidificación de los océanos, lo que les permite mantener su crecimiento y resiliencia.
3. Variación en la especificidad del simbionte:
- Las especies de coral pueden formar asociaciones mutualistas con diferentes tipos de algas simbióticas (zooxantelas). Estos simbiontes proporcionan a los corales nutrientes esenciales y contribuyen a su presupuesto energético.
- Los corales con zooxantelas específicas (clado C) han demostrado una mayor resistencia al blanqueamiento y al estrés, potencialmente debido a la adaptabilidad y la capacidad de tolerancia al estrés de estos simbiontes.
4. Adaptación local:
- Algunas poblaciones de coral pueden desarrollar adaptaciones locales que aumenten su resiliencia ante factores estresantes ambientales específicos. Por ejemplo, los corales en regiones con fluctuaciones de temperatura naturalmente altas podrían mostrar una mejor tolerancia a las temperaturas extremas.
5. Estrategias de resiliencia:
- Las colonias de coral pueden exhibir plasticidad fenotípica, ajustando sus patrones de crecimiento, morfologías de colonias y estrategias reproductivas para hacer frente a las condiciones cambiantes.
- La fragmentación y la reproducción asexual pueden ayudar en la supervivencia y dispersión de las especies de coral, permitiéndoles colonizar nuevas áreas y diversificar su composición genética.
6. Diversidad genética:
- Los altos niveles de diversidad genética dentro de una población de coral pueden mejorar su capacidad de adaptación y reducir la vulnerabilidad a los factores estresantes. La diversidad genética ayuda a los corales a resistir una gama más amplia de condiciones ambientales.
Estos hallazgos enfatizan la importancia de estudiar las respuestas de las especies de coral individuales al cambio climático para desarrollar estrategias de conservación específicas. Preservar poblaciones de coral genéticamente diversas, mejorar sus procesos de adaptación natural y reducir factores estresantes adicionales, como la contaminación y la sobrepesca, son fundamentales para salvaguardar la resiliencia y la supervivencia de los arrecifes de coral en un entorno que cambia rápidamente.