- Selva Tropical: Durante el período Eoceno, hace entre 56 y 34 millones de años, Gran Bretaña estaba situada más cerca del ecuador y tenía un clima cálido y húmedo. Los bosques tropicales cubrían gran parte de la tierra, con una exuberante vegetación y abundante vida vegetal.
- Fauna diversa: La época del Eoceno fue conocida por su rica biodiversidad. Gran Bretaña fue el hogar de una variedad de mamíferos, incluidos los primeros primates, carnívoros, roedores e incluso ancestros de los ungulados modernos como los caballos y los rinocerontes.
- Aumento del nivel del mar: Los niveles del mar eran significativamente más altos en comparación con los actuales. La superficie terrestre de Gran Bretaña era más pequeña ya que gran parte de ella estaba cubierta por mares poco profundos y ambientes costeros subtropicales.
1. Temperaturas en aumento: A medida que las temperaturas globales aumentan debido al colapso climático, Gran Bretaña podría experimentar condiciones más cálidas y secas. Este cambio podría conducir a una transición de una vegetación templada a especies de plantas más tolerantes a la sequía.
2. Riesgo de extinción: Las temperaturas más altas y los cambios en los ecosistemas podrían ejercer presión sobre las especies vegetales y animales nativas, lo que podría provocar una pérdida de biodiversidad y riesgos de extinción para especies que no están bien adaptadas a las condiciones cambiantes.
3. Revisión del aumento del nivel del mar: Con el acelerado derretimiento del hielo y la expansión térmica de los océanos, el nivel del mar podría volver a aumentar significativamente. Las regiones costeras de Gran Bretaña, incluidas ciudades importantes como Londres, podrían enfrentar mayores inundaciones, erosión y pérdida de tierras.
4. Cambios en el hábitat: La expansión de las áreas urbanas, la agricultura y la infraestructura para dar cabida a una población en crecimiento podría fragmentar y reducir aún más los hábitats naturales, ejerciendo una presión adicional sobre la vida silvestre y contribuyendo a la pérdida de biodiversidad.
5. Patrones climáticos cambiantes: El colapso climático podría provocar fenómenos meteorológicos más extremos, como olas de calor, sequías, tormentas y fuertes lluvias. Estos eventos podrían alterar los ecosistemas, la agricultura, la infraestructura y las comunidades humanas, causando importantes impactos sociales y económicos.
6. Acidificación de los océanos: Los niveles crecientes de dióxido de carbono en la atmósfera pueden provocar la acidificación de los océanos. Este proceso afecta negativamente a la vida marina, particularmente a los organismos que construyen conchas o esqueletos de carbonato de calcio, como los arrecifes de coral y ciertos mariscos.
7. Ciclo del carbono alterado: Los cambios en el ciclo del carbono podrían afectar la cantidad de dióxido de carbono y metano liberados a la atmósfera. Los humedales y las turberas, que son importantes sumideros de carbono en Gran Bretaña, podrían convertirse en fuentes de gases de efecto invernadero si se alteran o se secan.
8. Mecanismos de retroalimentación: El colapso climático puede desencadenar mecanismos de retroalimentación que amplifican aún más los efectos del calentamiento global. Por ejemplo, el derretimiento del permafrost libera más metano, un potente gas de efecto invernadero. Además, la reducción de superficies reflectantes como el hielo y la nieve puede provocar una mayor absorción de calor, exacerbando los aumentos de temperatura.
Es importante señalar que los impactos específicos del colapso climático en Gran Bretaña y otras regiones dependerán de varios factores, como el alcance y el ritmo de las reducciones de emisiones globales, la dinámica climática local y la efectividad de las medidas de adaptación implementadas.