Un equipo de científicos de la Universidad de Nuevo México ha resuelto un antiguo misterio sobre cómo los antiguos habitantes del Cañón del Chaco transportaban enormes troncos para construir sus grandes casas.
El equipo, dirigido por la arqueóloga Dra. Rebecca Kintigh, llevó a cabo una serie de experimentos en los que arrastraban troncos sobre sus cabezas para simular las condiciones que habrían enfrentado los habitantes de Pueblo. Los experimentos demostraron que es posible transportar troncos que pesen hasta 45 kilogramos (100 libras) a largas distancias utilizando únicamente fuerza humana.
Los habitantes de Pueblo utilizaban troncos para construir sus grandes casas, que eran grandes edificios de varios pisos hechos de bloques de arenisca. Los troncos se utilizaron como vigas para sostener los techos de los edificios.
Los experimentos del equipo también mostraron que los habitantes de Pueblo habrían podido transportar troncos a través de terrenos accidentados, como los acantilados y cañones que rodean el Cañón del Chaco. Esto sugiere que los habitantes de Pueblo pudieron acceder a una amplia gama de recursos al construir sus grandes casas.
Los hallazgos del equipo tienen implicaciones importantes para nuestra comprensión de la civilización del Cañón del Chaco. Muestran que los habitantes de Pueblo eran ingenieros altamente calificados que pudieron superar desafíos importantes para construir sus grandes casas.
La civilización del Cañón del Chaco floreció aproximadamente entre el 850 y el 1250 d.C. Fue una de las civilizaciones más complejas y avanzadas de la América precolombina. Los chacoanos construyeron algunos de los edificios más grandes e impresionantes de América, incluidas las grandes casas del Cañón del Chaco.
La civilización del Cañón del Chaco finalmente decayó y las grandes casas fueron abandonadas. Las razones de la disminución no se conocen completamente, pero es posible que una combinación de factores, como la sequía, el hambre y la guerra, hayan influido.