Las observaciones y los estudios científicos indican que los glaciares de Nueva Zelanda se están derritiendo a un ritmo alarmante. Durante el siglo pasado, el volumen de algunos glaciares se ha reducido hasta en un 75%. Este derretimiento acelerado plantea amenazas a los ecosistemas, los suministros de agua y la industria del turismo.
Así es como el cambio climático ha contribuido al aumento del derretimiento de los glaciares en Nueva Zelanda:
1. Aumento de las temperaturas:Las temperaturas promedio en Nueva Zelanda han aumentado aproximadamente 1 grado Celsius (1,8 grados Fahrenheit) desde finales del siglo XIX y se prevé que sigan aumentando. Este calentamiento general del clima ha provocado temperaturas más altas en las regiones alpinas, lo que ha provocado que los glaciares se derritan a un ritmo más rápido.
2. Cambios en los patrones de nevadas:El cambio climático afecta los patrones de circulación atmosférica, lo que provoca cambios en los patrones de precipitación. Nueva Zelanda ha experimentado cambios en el momento y la intensidad de las nevadas. En algunos casos, los inviernos son más cálidos, lo que provoca una menor acumulación de nieve, lo que contribuye a la pérdida de glaciares.
3. Mecanismo de retroalimentación del retroceso de los glaciares:a medida que los glaciares se reducen, aumenta su superficie expuesta al calor del sol. Esto provoca una fusión acelerada, lo que lleva a un mecanismo de retroalimentación positiva. Cuanto más hielo se derrite, más superficie expuesta queda, lo que provoca un mayor derretimiento.
4. Pérdida de masa de hielo:Los efectos combinados del aumento de las temperaturas, los cambios en los patrones de precipitación y el mecanismo de retroalimentación están provocando una rápida pérdida de masa de hielo en los glaciares de Nueva Zelanda. Algunos glaciares han retrocedido tanto que ya no alcanzan la zona de congelación, lo que provoca un derretimiento irreversible.
5. Contribución al aumento del nivel del mar:El derretimiento de los glaciares contribuye al aumento global del nivel del mar. Aunque la contribución de los glaciares individuales en Nueva Zelanda puede parecer pequeña, en conjunto contribuyen al aumento general, lo que podría afectar a las comunidades costeras y los ecosistemas de todo el mundo.
Los modelos climáticos predicen que el calentamiento global continuo conducirá a un mayor derretimiento y retroceso de los glaciares de Nueva Zelanda. Estos cambios tienen consecuencias ecológicas y económicas, ya que los glaciares brindan importantes servicios ecosistémicos, incluido el almacenamiento de agua, hábitats para la vida silvestre y oportunidades recreativas. Abordar el cambio climático y tomar medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero son cruciales para mitigar los efectos del derretimiento de los glaciares y proteger estos entornos naturales vitales.