El hallazgo es importante porque proporciona evidencia de la teoría de que los humanos evolucionaron a partir de primates que habitaban en los árboles. También sugiere que los humanos pueden haber pasado más tiempo en los árboles de lo que se pensaba anteriormente.
El fósil fue encontrado en las cuevas Sterkfontein en Sudáfrica, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Las cuevas han producido una gran cantidad de fósiles, incluido el famoso cráneo de la "Sra. Ples", que es uno de los fósiles de homínidos más antiguos conocidos en el mundo.
El nuevo fósil es un hueso del pie de una especie de homínido llamada Australopithecus africanus. Se cree que el Australopithecus africanus es el antepasado del Homo habilis, considerado la primera especie humana verdadera.
El hueso del pie muestra que el Australopithecus africanus tenía un dedo gordo más flexible que el de los humanos modernos. Esta flexibilidad les habría permitido agarrarse a ramas y trepar a los árboles, pero también los habría hecho menos estables sobre dos piernas.
El hallazgo es significativo porque proporciona evidencia de la teoría de que los humanos evolucionaron a partir de primates que habitaban en los árboles. También sugiere que los humanos pueden haber pasado más tiempo en los árboles de lo que se pensaba anteriormente.
El Dr. Ronald Clarke, paleontólogo de la Universidad de Witwatersrand en Johannesburgo, Sudáfrica, dijo que el fósil proporciona "evidencia convincente" para la teoría de que los humanos evolucionaron a partir de primates que habitaban en los árboles.
"Este fósil muestra que los primeros humanos tenían un dedo gordo del pie más flexible que los humanos modernos", dijo Clarke. "Esta flexibilidad les habría permitido agarrarse a las ramas y trepar a los árboles, pero también los habría hecho menos estables sobre dos piernas".
Clarke dijo que el hallazgo sugiere que los humanos pudieron haber pasado más tiempo en los árboles de lo que se pensaba anteriormente.
"Este es un descubrimiento importante que proporciona nuevos conocimientos sobre la evolución de la locomoción humana", dijo Clarke.
El estudio fue publicado en la revista Nature.