Es poco probable que Estados Unidos se convierta en un desierto en 50 años. Si bien el cambio climático está provocando que algunas zonas de Estados Unidos se vuelvan más secas, también está provocando que otras zonas se vuelvan más húmedas. Además, Estados Unidos tiene un paisaje amplio y diverso, y es poco probable que todo su territorio se convierta en desierto incluso si el cambio climático provocara cambios significativos en el medio ambiente.