Los fenómenos meteorológicos extremos han atormentado a la humanidad a lo largo de la historia, pero pocos fenómenos evocan tanto miedo y asombro como la ira de un huracán. Estas poderosas tormentas han dejado un impacto duradero en las comunidades que azotaron, moldeando el curso de la historia a su paso. Al examinar 10 de los peores huracanes en la historia de Estados Unidos (en términos de velocidad del viento, daños, costos y muertes), podemos comprender mejor el verdadero poder de la naturaleza y la resiliencia del espíritu humano.
El huracán de Galveston de 1900, también conocido como el Gran Huracán de Galveston, es uno de los huracanes más destructivos y mortales en la historia de Estados Unidos, con vientos máximos sostenidos estimados de 140 mph (225 kph). Este evento catastrófico ocurrió durante la temporada de huracanes y azotó el municipio insular de Galveston, Texas, causando una destrucción masiva a lo largo de la costa del Golfo.
El gran huracán de Galveston tuvo un impacto devastador en la ciudad de Galveston.
Las terribles consecuencias del huracán de Galveston sirven como un sombrío recordatorio de la devastación potencial que pueden causar los huracanes. Cada año que pasa, debemos seguir aprendiendo de estos trágicos eventos y trabajar para mitigar los impactos de futuras tormentas.
El año 2017 fue testigo de uno de los grandes huracanes más destructivos que jamás haya azotado a Puerto Rico:el huracán María. Clasificada como tormenta de categoría 4, María tuvo un profundo impacto en la isla, dejando su red eléctrica en completo desorden. Las intensas precipitaciones, que hoy son cinco veces más probables que en 1950, podrían deberse al cambio climático.
La cifra de muertos por el huracán María es un recordatorio desgarrador del costo humano de tales desastres:aproximadamente 3.000 personas perecieron a causa de la tormenta. El impacto financiero fue igualmente devastador, con un estimado de $111,6 mil millones en daños (en dólares de 2023) causados por el huracán.
El huracán María es un claro ejemplo de los desafíos que enfrentan las comunidades tras tormentas tan poderosas. Es un llamado a la acción para mejorar la preparación ante desastres y una mayor comprensión de los efectos del cambio climático en los fenómenos meteorológicos extremos.
Uno de los huracanes más costosos en la historia de Estados Unidos, el huracán Katrina, desató su furia en la costa del Golfo en 2005. El principal factor responsable de la destrucción causada por el huracán Katrina fue una marejada ciclónica, que provocó más de 50 fisuras en los diques de protección contra marejadas. que rodean Nueva Orleans, lo que provocó la inundación de al menos el 80 por ciento de la ciudad. El número de muertos reportado por el huracán Katrina es de aproximadamente 1.392; originalmente, se estimaba que hubo 1.800 víctimas. La cantidad estimada de daños a la propiedad causados por el huracán Katrina fue la asombrosa cifra de 100 mil millones de dólares.
El impacto del huracán también se extendió a la industria petrolera, con 30 plataformas petroleras dañadas o destruidas durante la tormenta. El huracán Katrina sigue siendo un sombrío recordatorio de la vulnerabilidad de las comunidades costeras y la importancia de invertir en infraestructura para protegerse contra los efectos devastadores de los huracanes.
En 1992, el huracán Andrew, que tocó tierra como huracán de categoría 5, dejó un rastro de destrucción a su paso mientras arrasaba el sur de Florida. El impacto del huracán se sintió con mayor intensidad en las viviendas de la región:la tormenta destruyó aproximadamente 25.000 viviendas y dejó a 160.000 personas sin vivienda.
El daño total estimado causado por el huracán Andrew fue de la asombrosa cifra de 26 mil millones de dólares. El costo humano del huracán también fue significativo:32 personas perdieron la vida como resultado de la tormenta.
La destrucción provocada por el huracán Andrew resalta el inmenso poder de estas tormentas y la importancia de la preparación y la resiliencia frente a fuerzas tan destructivas, como lo enfatiza el Centro Nacional de Huracanes.
La supertormenta Sandy, que azotó la costa este en 2012, dejó una huella imborrable en la región, particularmente en Nueva York y Nueva Jersey. La tormenta afectó a varios estados, con más de 300.000 viviendas en la zona de inundación sólo en Nueva York. Sandy, el huracán atlántico de mayor diámetro jamás registrado, sus vientos con fuerza de tormenta tropical se extendieron por 900 millas (1448 km) después de fusionarse con una tormenta invernal.
Como resultado del huracán Sandy, aproximadamente 8,2 millones de residentes sufrieron cortes de energía. El impacto económico estimado de la tormenta fue de 85.9 mil millones de dólares (en dólares de 2023), lo que enfatiza la enorme carga financiera que tales desastres pueden tener para las comunidades.
La supertormenta Sandy sirve como un claro recordatorio de la necesidad de una planificación integral ante desastres y la importancia de comprender los posibles impactos de los huracanes en la costa este.
El huracán Camille, una de las cuatro tormentas de categoría 5 que impactaron a los Estados Unidos, dejó un rastro de destrucción en 1969. El huracán se cobró la vida de aproximadamente 256 personas debido a las lluvias, los vientos y las inundaciones causadas por la tormenta.
Con un costo financiero estimado de 1.420 millones de dólares en daños, el huracán Camille es un claro ejemplo de la devastación económica que puede resultar de uno de los huracanes más costosos. Las trágicas consecuencias del huracán Camille subrayan el inmenso poder de estas tormentas y la importancia de invertir en infraestructura y preparación para desastres para proteger vidas y propiedades.
El huracán del Día del Trabajo de 1935, una tormenta de categoría 5, causó estragos en los Cayos de Florida y provocó daños catastróficos en la región. La marejada ciclónica estimada de 18 pies (5,5 metros) de la tormenta sin nombre dejó aproximadamente 485 personas muertas, incluidos veteranos de la Primera Guerra Mundial que vivían en el área.
El huracán destruyó la ciudad de Islamorada y casi diezmó todas las estructuras entre Tavernier y Marathon. El Gran Huracán del Día del Trabajo sirve como un conmovedor recordatorio del poder devastador de los huracanes y la necesidad de una planificación y preparación adecuadas frente a eventos tan destructivos.
Las consecuencias mortales del huracán San Felipe-Okeechobee en 1928 afectaron profundamente a Florida y Puerto Rico, con graves inundaciones resultantes de la tormenta. El huracán azotó Puerto Rico como una tormenta de categoría 4, con vientos de 160 mph, desatando vientos huracanados.
Los daños materiales estimados causados por el huracán Okeechobee en Florida fueron de 25 millones de dólares. El número de muertos por el huracán fue de al menos 2.500 (aunque se desconoce el número exacto), lo que lo convierte en una de las tormentas más mortíferas en la historia de Estados Unidos.
El huracán San Felipe-Okeechobee sirve como un trágico recordatorio del inmenso poder de los huracanes y la importancia de invertir en infraestructura y preparación para desastres para proteger vidas y propiedades.
El huracán anónimo de categoría 4 azotó Miami en 1926. La tormenta:
El impacto del huracán demostró la vulnerabilidad de las comunidades costeras a tormentas tan poderosas y subrayó la importancia de invertir en infraestructura para protegerse contra sus efectos devastadores.
Mientras seguimos aprendiendo de los trágicos eventos de huracanes como el Gran Huracán de Miami, debemos esforzarnos por construir comunidades resilientes que puedan resistir el poder destructivo de estas tormentas.
El huracán Harvey, un huracán de categoría 4, azotó la isla de San José, Texas, en 2017 y provocó:
El número de muertos por el huracán Harvey fue de al menos 68, lo que pone de relieve el costo humano de tales desastres. Algunos científicos sugirieron que el cambio climático inducido por el hombre tuvo un impacto. Sin embargo, Christopher W. Landsea, jefe de la División de Análisis y Pronósticos Tropicales del Centro Nacional de Huracanes, explica que “aproximadamente el 3 por ciento de las precipitaciones de los huracanes actuales pueden atribuirse razonablemente al calentamiento global provocado por el hombre. Este valor es una contribución bastante pequeña. Por lo tanto, sólo alrededor de 2 pulgadas (50 mm) de la cantidad máxima del huracán Harvey de 60 pulgadas (1.525 mm) pueden vincularse al calentamiento global provocado por el hombre”.
La devastación causada por el huracán Harvey enfatiza la necesidad de mejorar la preparación ante desastres y una mayor comprensión de los efectos del cambio climático en los fenómenos meteorológicos extremos.
Los devastadores impactos de 10 de los peores huracanes en la historia de Estados Unidos sirven como un recordatorio aleccionador del poder de la naturaleza y la importancia de la preparación y la resiliencia frente a fuerzas tan destructivas. Mientras seguimos aprendiendo de estos trágicos eventos, debemos trabajar incansablemente para mitigar los impactos de futuras tormentas y proteger a nuestras comunidades de la ira de los huracanes.
El huracán Galveston de agosto de 1900 fue el huracán más mortífero en la historia de Estados Unidos, según la NOAA, y causó una tremenda destrucción y pérdida de vidas. Se estima que entre 8.000 y 12.000 personas murieron en la tormenta, lo que la convirtió en el desastre natural más mortífero en la historia de Estados Unidos. Los expertos estimaron que la marejada ciclónica fue de aproximadamente 4,8 m (15,7 pies).
Hay diferentes formas de categorizar los peores huracanes, pero tres de los peores huracanes de la historia son el huracán de Galveston de 1900, el huracán del lago Okeechobee de 1928 y el huracán del Día del Trabajo de 1935.
El huracán Fifi es uno de los huracanes más fuertes jamás registrados. Golpeó a Honduras y otras partes de Centroamérica en 1974 y causó daños devastadores.
El huracán Katrina en 2005 causó el daño económico más significativo:aproximadamente 193 mil millones de dólares (en dólares de 2023).
Cuatro huracanes de categoría 5 han impactado a los Estados Unidos, incluido el huracán Camille en 1969.
Este artículo se creó utilizando tecnología de inteligencia artificial, luego fue verificado y editado por un editor de HowStuffWorks.