* Un fotón con una longitud de onda más corta tiene mayor energía.
* Un fotón con una longitud de onda más larga tiene menor energía.
Esta relación se describe mediante la siguiente ecuación:
e =hc/λ
Dónde:
* e es la energía del fotón (en Joules)
* h es la constante de Planck (6.626 x 10^-34 j · s)
* c es la velocidad de la luz (3 x 10^8 m/s)
* λ es la longitud de onda del fotón (en metros)
Aquí hay una manera simple de pensarlo:
Imagina una ola. Cuanto más corta sea la longitud de onda (la distancia entre dos crestas), más "comprimida" es la energía, lo que lleva a un nivel de energía más alto. Por el contrario, una longitud de onda más larga significa que la energía se extiende más, lo que resulta en una menor energía.
Ejemplos:
* rayos gamma Tener longitudes de onda extremadamente cortas y, por lo tanto, energías muy altas.
* ondas de radio tienen longitudes de onda muy largas y energías correspondientemente bajas.
* Luz visible cae en el medio, con diferentes colores correspondientes a diferentes longitudes de onda y niveles de energía (por ejemplo, la luz azul tiene una longitud de onda más corta y mayor energía que la luz roja).
Esta relación inversa entre la longitud de onda y la energía es fundamental para comprender la naturaleza de la luz y sus interacciones con la materia.