Un nuevo estudio de campo ha descubierto que los niveles elevados de dióxido de carbono (CO2) pueden reducir significativamente la calidad nutricional del trigo, un alimento básico para miles de millones de personas en todo el mundo. El estudio, publicado en la revista *Nature Climate Change*, encontró que el trigo cultivado en condiciones de mayor CO2 tenía niveles más bajos de proteínas, hierro y zinc.
Estos hallazgos son preocupantes porque sugieren que el aumento de los niveles de CO2 podría provocar deficiencias nutricionales generalizadas, especialmente en los países en desarrollo donde el trigo es una fuente importante de alimento. El autor principal del estudio, el Dr. Samuel Myers de la Universidad de Harvard, dijo:"Nuestros hallazgos sugieren que el cambio climático podría tener un impacto significativo en la seguridad alimentaria y la nutrición a nivel mundial".
El estudio se realizó en un experimento de campo en Illinois. Los investigadores cultivaron trigo en diferentes condiciones de CO2, desde el nivel ambiental actual de 400 partes por millón (ppm) hasta un nivel proyectado de 550 ppm para finales de siglo. Luego midieron el contenido nutricional del grano de trigo.
Los resultados mostraron que el trigo cultivado en condiciones de mayor CO2 tenía niveles más bajos de proteína, hierro y zinc. La disminución en el contenido de proteína fue particularmente pronunciada:el trigo cultivado con 550 ppm de CO2 tenía un 13% menos de proteína que el trigo cultivado en condiciones ambientales de CO2.
Los investigadores también encontraron que la disminución de la calidad nutricional no fue uniforme en todas las variedades de trigo. Algunas variedades mostraron mayores descensos en la calidad nutricional que otras. Esto sugiere que es posible desarrollar variedades de trigo que sean más resistentes a los efectos del aumento de CO2.
Los hallazgos del estudio se suman a un creciente cuerpo de evidencia de que el cambio climático está teniendo un impacto negativo en la calidad de los alimentos. Estudios anteriores han demostrado que los niveles elevados de CO2 pueden reducir el contenido nutricional de otros cultivos, como el arroz, la soja y las patatas.
Estos hallazgos son una llamada de atención. Muestran que el cambio climático no es sólo una amenaza para el medio ambiente, sino también para la salud humana. Necesitamos tomar medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar los impactos del cambio climático en la seguridad alimentaria y la nutrición.