Los combustibles fósiles son fuentes de energía no renovables que se extraen del suelo. El término se refiere a cualquier combustible producido debajo de la superficie de la tierra a partir de plantas prehistóricas y restos de animales. Los combustibles fósiles están comprometidos de tres tipos principales: petróleo, carbón y gas. Hay puntos positivos y negativos en el uso de estos combustibles.
Positivo: Conveniencia
Los combustibles fósiles tienen la capacidad de generar grandes cantidades de energía y esta es la razón principal por la que son tan popular. Son altamente combustibles, pero estables en comparación con muchos otros combustibles. Los combustibles fósiles son fáciles de localizar y transportar. Además, dado que han estado en uso durante un período de tiempo considerablemente largo, las industrias ya están familiarizadas con los procesos necesarios para extraer y refinar estos combustibles, por lo que el tiempo de producción para hacer disponibles estas fuentes de energía es significativamente menor que las fuentes alternativas de energía que puede requerir más tiempo y esfuerzo.
Positivo: costo y disponibilidad
El costo relativamente bajo de los combustibles fósiles es un aspecto positivo importante. Están en abundancia, lo que los hace económicos para perforar o extraer. En particular, el carbón es uno de los combustibles fósiles más ampliamente disponibles. Como la tecnología ya existe para extraer y utilizar estos combustibles de manera eficiente, están disponibles para su uso inmediato.
Negativo: calentamiento global
La principal desventaja del uso de combustibles fósiles es, por supuesto, la contaminación que causan. La quema de estos combustibles libera dióxido de carbono, un gas dañino que cuando se libera a la atmósfera causa un efecto invernadero. El dióxido de carbono juega un papel muy importante en el proceso de calentamiento global. Además, la quema de carbón libera otro gas llamado dióxido de azufre que crea lluvia ácida dañina.
Negativo: peligroso
La extracción de carbón es una tarea difícil y peligrosa, y por lo tanto, los mineros del carbón enfrentar serias amenazas de que sus vidas estén en peligro. Otro riesgo que plantea el uso del petróleo crudo como combustible fósil es el riesgo de derrames de petróleo causados por fugas en los petroleros. El petróleo crudo contiene sustancias químicas tóxicas que contaminan el aire cuando se queman y son perjudiciales para la salud. Las plantas de energía que queman carbón también contaminan el aire a través de la liberación de humo y productos químicos, lo que a su vez puede provocar problemas de salud para quienes están sujetos a la inhalación de este aire.