1. Material: Diferentes materiales tienen diferentes habilidades inherentes para resistir el flujo de electricidad. Los conductores como el cobre y la plata tienen baja resistencia, mientras que los aislantes como el caucho y el vidrio tienen alta resistencia.
2. Longitud: Cuanto más largo sea el conductor, mayor será la resistencia. Esto se debe a que los electrones tienen que viajar una mayor distancia, encontrando más obstáculos en el camino.
3. Área transversal: Cuanto más grueso sea el conductor, menor será la resistencia. Esto se debe a que un área transversal más grande proporciona más espacio para que los electrones fluyan, reduciendo la posibilidad de colisiones.
4. Temperatura: Para la mayoría de los materiales, la resistencia aumenta al aumentar la temperatura. Esto se debe a que las temperaturas más altas hacen que los átomos vibren más, lo que dificulta que los electrones se muevan libremente.
Estos cuatro factores se resumen mediante la siguiente ecuación:
r =ρl/a
Dónde:
* R es resistencia
* ρ (rho) es resistividad, una propiedad del material
* L es longitud
* A es área transversal