El cartón no es un buen conductor de la electricidad. De hecho, es un aislante, lo que significa que no permite que la electricidad fluya a través de él fácilmente. Esto se debe a que el cartón está formado por fibras de celulosa, que son muy malos conductores de la electricidad. Además, el cartón suele contener otros materiales, como pegamento y tinta, que también pueden actuar como aislantes. Como resultado, el cartón no es una buena opción para su uso en aplicaciones eléctricas donde se requiere una buena conductividad.