Conservar oxígeno: Dado que los congeladores suelen ser pequeños, el suministro limitado de oxígeno puede agotarse rápidamente. Minimiza los movimientos y conserva la respiración.
Llama y grita pidiendo ayuda: Empiece a tocar la puerta del congelador y grite fuerte pidiendo ayuda. Alguien que se encuentre cerca puede oírle y acudir en su ayuda.
Usa tu teléfono: Si tiene su teléfono consigo, llame para pedir ayuda o envíe mensajes de texto a los contactos de emergencia o a la administración del edificio.
Busque un comunicado de emergencia: Algunos congeladores tienen un mecanismo de liberación de emergencia o una cuerda para tirar ubicada cerca de la manija de la puerta. Tire de él para desbloquear la puerta.
Utilice un objeto pesado: Si hay un objeto pesado, como una bandeja de metal, dentro del congelador, puedes intentar usarlo para romper la cerradura o el pestillo de la puerta.
Vístete abrigado: Si no lleva ropa abrigada, acurrúquese en un rincón para minimizar la pérdida de calor corporal. Mantenerse abrigado es esencial para conservar la energía.
Busque refugio cerca de la puerta: Colóquese lo más cerca posible de la puerta del congelador. Si alguien la abre, será más fácil detectarte.
Manténgase positivo y paciente: Recuerde, la ayuda está en camino. Simplemente aguanta y mantén una actitud positiva mientras esperas que alguien te encuentre y te libere.