Cientos de empresas espaciales en Europa y Canadá, desde pequeñas y medianas empresas hasta consorcios internacionales, han impulsado sus negocios al asociarse con la ESA.
El programa de investigación avanzada en sistemas de telecomunicaciones de la ESA (ARTES) proporciona cofinanciación, experiencia multidisciplinar, Conocimientos y oportunidades comerciales para una amplia gama de empresas que producen desde componentes complejos hasta sistemas completos de satélites.
Un proyecto que ha generado un efecto dominó de crecimiento socioeconómico es la asociación público-privada de Indigo con Intelsat, un proveedor de servicios de satélites de comunicaciones internacionales. La asociación brinda a las empresas de tecnología la oportunidad de colaborar con un operador global destacado.
El consorcio incluye a Newtec, una empresa con sede en Bélgica que comenzó fabricando equipos terrestres y que ahora es líder de la industria en el diseño, desarrollo y fabricación de soluciones de comunicaciones por satélite. En parte gracias a la asociación Indigo, Los productos y soluciones del segmento terrestre de Newtec se pueden aplicar a una amplia gama de aplicaciones.
Por ejemplo, la alianza tripartita ha estado trabajando con la empresa colombiana de telecomunicaciones, Anditel, para llevar la banda ancha a las comunidades rurales de América del Sur.
En 2018 se instalaron unas 70 terminales como parte de un proyecto piloto y Anditel ha firmado un contrato de varios años para más instalaciones en Colombia.
El proyecto brindará a miles de personas que viven en zonas rurales de Colombia acceso a servicios vitales en línea, como información sobre salud, educación y gobierno, además de ofrecer acceso al mercado global.
El movimiento New Space (empresas que buscan desarrollar un acceso más rápido y económico al espacio y las tecnologías de vuelos espaciales) también puede prosperar gracias a una asociación con la ESA.
Un ejemplo reciente es Hiber, una pequeña empresa holandesa establecida en 2016 que puede conectar sensores remotos a Internet de forma económica para devolver información, decir, temperaturas locales, lluvia o ubicación.
Hiber utiliza módems alimentados por baterías con una vida útil de diez años para transmitir datos a una constelación orbital de cubesats, cada uno de los cuales mide solo 10 cm de ancho. La tecnología se puede utilizar para aprovechar los datos de casi cualquier cosa, incluidos los camiones de transporte, cables de poder, oleoductos productos químicos peligrosos en el transporte y la pesca de arrastre en el océano.
"La asociación con la Agencia Espacial Europea nos ha permitido atraer una buena cantidad de capital privado y convertirnos en el primer operador comercial de satélites holandés. Esperamos impulsar diversos proyectos, desde el seguimiento del ganado hasta la lucha contra el cambio climático y la producción de cultivos de forma más eficaz, "dice Laurens Groenendijk, cofundador de Hiber, que tiene su sede en Amsterdam.
Hiber ya ha lanzado los dos primeros satélites de su constelación; los 46 restantes se lanzarán durante los próximos cinco años. La compañía estima que el mercado de la conexión periódica de objetos remotos podría crecer en 3.500 millones de euros en los próximos años.
El alcance y la flexibilidad del programa ARTES de la ESA es una gran parte de lo que lo convierte en un éxito. Solo durante 2018, Las actividades de Competitividad Básica del programa incluyeron trabajar en más de 350 contratos existentes con la industria, colocando más de 125 nuevos, y completar 100 proyectos con empresas europeas y canadienses.
El espacio se ha convertido en una parte integral de nuestra vida diaria. Desde teléfonos inteligentes hasta monitoreo agrícola, los beneficios socioeconómicos de las actividades espaciales son tan diversos que no siempre resultan tan obvios para el público en general. La ESA se centra esta semana en lo que el espacio está haciendo por la economía, en particular, destacando el floreciente dominio de las aplicaciones y las oportunidades comerciales.