Muchos productos disponibles comercialmente dependen de pequeños imanes para funcionar. Los ejemplos incluyen pendientes e imanes de nevera. Si la fuerza de los imanes disminuye, estos pueden volverse obsoletos. Sin embargo, hay maneras sencillas de aumentar la fuerza de un imán. Estas técnicas no requieren equipo avanzado o conocimiento científico. Usando estas técnicas será posible aumentar la potencia de un imán dado, y significa que los productos basados en imán volverán a ser utilizables.
Toma el imán que ha perdido su poder y acarícialo con el imán más fuerte. Los trazos lineales en una sola dirección realinearán los electrones dentro del imán, lo que ayudará a aumentar su fuerza. Golpee el imán durante aproximadamente 15 minutos, y verifique si la fuerza ha regresado. De lo contrario, continúe acariciando el imán más débil con el más fuerte durante un período de tiempo más largo.
Coloque el imán en el congelador una vez que lo haya realineado. Esto no aumentará su poder, sino que evitará su declive, ya que los electrones tienen menos energía para moverse dentro del imán y pierden su alineación. Mantener joyas en un congelador puede prolongar las propiedades magnéticas que tiene.
Golpee el imán con el imán más potente antes de necesitarlo. Esto ayudará a reponer la fuerza, aunque si aún no está a la altura del estándar requerido, puede ser necesario reemplazarla. Los imanes se pueden fabricar a bajo precio, y reemplazar un imán pequeño no costará una gran cantidad de dinero.