* Punto de ebullición: El agua tiene un punto de ebullición mucho más bajo que la sal. Esto nos permite hervir el agua, dejando atrás la sal como un sólido.
* Evaporación: Similar a la ebullición, la evaporación se basa en el hecho de que el agua se convierte en un gas (vapor de agua) a temperatura ambiente, mientras que la sal permanece sólida. Podemos usar la luz solar o una fuente de calor suave para acelerar la evaporación, dejando atrás la sal.
* Cristalización: Al evaporar cuidadosamente el agua de una solución salina, podemos fomentar la formación de cristales de sal. Estos cristales se pueden recoger y separar de cualquier agua restante.
¡Avíseme si desea una explicación más detallada de alguno de estos métodos!