Los sistemas de refrigeración usan un refrigerante, un fluido que absorbe el calor a medida que cambia de estado de líquido a gas. Así es como funciona:
1. Evaporación: El refrigerante se bombea a través de un sistema donde se evapora, absorbiendo el calor del entorno circundante (como el interior de su refrigerador).
2. Compresión: El vapor de refrigerante se comprime, aumentando su temperatura.
3. Condensación: El vapor de refrigerante caliente se pasa a través de un condensador, donde libera calor al entorno exterior.
4. Expansión: Finalmente, el refrigerante se expande, bajando su temperatura y volviéndolo nuevamente a un líquido.
Este ciclo se repite, absorbe constantemente el calor del interior del refrigerador y lo libera al exterior.
Existen muchos tipos diferentes de sistemas de refrigeración, pero todos usan el principio básico de absorber calor utilizando un líquido que sufre un cambio de fase.