* El sodio es altamente reactivo: El sodio es un metal alcalino altamente reactivo que reacciona fácilmente con el agua, produciendo mucho calor e hidrógeno. Si un barco estuviera hecho de sodio, reaccionaría violentamente con el agua en la que está flotando, creando un peligro potencial de explosión.
* El sodio es suave y débil: El sodio es un metal muy suave y se deformaría fácilmente bajo presión o impacto, lo que lo hace inadecuado para la integridad estructural de un barco.
* El acero es fuerte y duradero: El acero es una aleación fuerte y duradera de hierro y carbono que puede resistir el estrés del medio ambiente oceánico. También es relativamente económico y fácilmente disponible.
* El acero es resistente a la corrosión: Si bien el acero puede corroerse, se puede recubrir con capas protectoras como pintura o galvanización para evitar la oxidación. El sodio, por otro lado, reacciona con agua para formar hidróxido de sodio, que es corrosivo para la mayoría de los materiales.
En resumen, el sodio es simplemente demasiado reactivo, suave e inestable para usarse en la construcción naval. El acero, por otro lado, ofrece la resistencia, la durabilidad y la resistencia necesarias a la corrosión para un recipiente seguro y confiable.