1. Respiración: Este es el uso más fundamental del oxígeno. Todos los organismos vivos, desde humanos hasta plantas, requieren oxígeno para la respiración. Se usa para romper los alimentos y convertirlo en energía.
2. Procesos industriales: El oxígeno se usa en muchos procesos industriales. Por ejemplo, se usa en la fabricación de acero para eliminar las impurezas, en la soldadura para producir una llama más caliente y en la producción de productos químicos.
3. Aplicaciones médicas: El oxígeno es vital en entornos médicos. Se usa para tratar a pacientes con problemas respiratorios como la neumonía y el asma. También se usa en cirugía y durante emergencias.
4. Propulsión de cohetes: El oxígeno líquido es un componente clave en el combustible de cohetes. Es altamente reactivo y, cuando se combina con otros combustibles, proporciona el empuje necesario para los viajes espaciales.