Este es un ejemplo clásico de una prueba de llama, una técnica utilizada para identificar la presencia de ciertos elementos en una muestra observando el color de la llama producida cuando la muestra se calienta. El color amarillo se debe a la excitación de los átomos de sodio en la llama, que luego emiten luz a una longitud de onda específica dentro de la porción amarilla del espectro visible.