* nitrógeno (n2): Representa alrededor del 78% de la atmósfera y es relativamente inerte. Desempeña un papel crucial en el apoyo a la vida al ser un componente de proteínas y ácidos nucleicos.
* oxígeno (O2): El segundo gas más abundante, que representa aproximadamente el 21% de la atmósfera. Es esencial para la respiración y muchos otros procesos biológicos.
* argon (ar): Representa alrededor del 0,93% de la atmósfera y también es relativamente inerte. Se utiliza en varias aplicaciones industriales, incluida la soldadura y la iluminación.
Estos tres gases se consideran gases permanentes porque sus concentraciones permanecen relativamente estables con el tiempo y la ubicación. No están sujetos a variaciones significativas debido a procesos naturales o actividades humanas.
Si bien son los más abundantes, vale la pena señalar que existen otros gases en cantidades más pequeñas, como:
* dióxido de carbono (CO2): Aunque un gas traza, el CO2 juega un papel importante en el sistema climático de la Tierra, contribuyendo al efecto invernadero.
* neón (ne), helio (he), krypton (kr), xenon (xe): Todos estos son gases nobles presentes en cantidades muy pequeñas.
Es importante comprender que si bien los componentes principales de la atmósfera permanecen relativamente constantes, la concentración de los gases traza puede fluctuar debido a varios factores como erupciones volcánicas, actividades humanas y procesos naturales.