* polaridad: El agua es una molécula polar, lo que significa que tiene un final positivo y un final negativo debido al intercambio desigual de electrones. Los compuestos iónicos también son polares, con sus iones positivos y negativos atraídos entre sí.
* Atracción: Cuando se coloca un compuesto iónico como el NaCl en el agua, el extremo positivo de las moléculas de agua (hidrógeno) se siente atraído por los iones de cloruro negativos (Cl-), y el extremo negativo de las moléculas de agua (oxígeno) se siente atraído por los iones de sodio positivos (Na+).
* solvatación: Esta atracción supera las fuerzas que mantienen los iones unidos en la red de cristal. Las moléculas de agua rodean los iones, separándolos efectivamente y manteniéndolos disueltos.
Punto clave: La capacidad de un compuesto iónico para disolverse en el agua depende de la resistencia relativa de la atracción entre los iones y las moléculas de agua en comparación con la atracción entre los mismos iones.
Factores que afectan la solubilidad:
* Energía de la red: Cuanto más fuerte sea la atracción entre los iones en la red de cristal, menos soluble será el compuesto.
* Energía de hidratación: Cuanto más fuerte sea la atracción entre iones y moléculas de agua, más soluble será el compuesto.
El cloruro de sodio tiene una energía de red relativamente baja y una alta energía de hidratación, lo que la hace muy soluble en agua.