CFCS y agotamiento de ozono:
* agotamiento de la capa de ozono: Los CFC son el principal culpable en el agotamiento de la capa de ozono. Una vez liberados en la atmósfera, se elevan y descomponen las moléculas de ozono, que nos protegen de la radiación ultravioleta (UV) dañino del sol.
* aumentó la radiación UV: Este agotamiento conduce a mayores niveles de radiación UV que alcanzan la superficie de la Tierra, aumentando el riesgo de cáncer de piel, cataratas y otros problemas de salud en humanos. También afecta la vida vegetal y los ecosistemas marinos.
CFC y cambio climático:
* Efecto de invernadero: Si bien los CFC son menos abundantes que otros gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono, son mucho más potentes. Atrapan el calor en la atmósfera, contribuyendo al calentamiento global y al cambio climático.
Impacto indirecto en la contaminación del aire:
* sustituye a los CFC: Aunque prohibidos en muchas aplicaciones, algunos sustitutos de los CFC pueden contribuir a la contaminación del aire. Por ejemplo, los hidrofluorocarbonos (HFC) han reemplazado a los CFC en refrigeración y aire acondicionado, pero son potentes gases de efecto invernadero.
En resumen:
Si bien los CFC no contribuyen directamente a la contaminación del aire que vemos y huelen, su impacto en el medio ambiente es de gran alcance. Su agotamiento de la capa de ozono y su contribución al cambio climático tienen graves consecuencias para la salud humana, los ecosistemas y el planeta en su conjunto.
Es importante tener en cuenta que debido a los acuerdos y regulaciones internacionales, el uso de CFC se ha reducido significativamente, lo que lleva a una recuperación gradual de la capa de ozono. Sin embargo, la amenaza del cambio climático permanece, destacando la necesidad de esfuerzos continuos para eliminar los productos químicos nocivos como los HFC y la transición a alternativas sostenibles.