* Las fórmulas empíricas muestran la relación más simple de átomos en un compuesto. Le dicen los tipos de elementos presentes y sus proporciones relativas, pero no revelan el número real de átomos en una molécula. Por ejemplo, tanto la glucosa (C6H12O6) como el formaldehído (CH2O) tienen la misma fórmula empírica (CH2O).
* Las fórmulas moleculares muestran el número real de átomos de cada elemento en una molécula. Esta información es crucial para los científicos forenses porque:
* Identificación de sustancias: Los diferentes compuestos pueden tener la misma fórmula empírica pero propiedades y usos muy diferentes. Por ejemplo, el etanol (C2H5OH) y el dimetil éter (CH3OCH3) tienen la misma fórmula empírica (C2H6O), pero el etanol es un alcohol de bebida común, mientras que el dimetil éter es un gas inflamable. La fórmula molecular permite una identificación precisa.
* Análisis de evidencia: Muchas técnicas analíticas en ciencia forense dependen de fórmulas moleculares. La espectrometría de masas, por ejemplo, puede proporcionar el peso molecular de una sustancia desconocida, lo que ayuda a determinar su fórmula molecular y, por lo tanto, su identidad.
* Comprensión de las reacciones químicas: Las reacciones químicas implican la ruptura y la formación de enlaces entre los átomos. Las fórmulas moleculares son esenciales para comprender cómo las moléculas interactúan y cambian durante estas reacciones.
En resumen:
* Las fórmulas moleculares proporcionan información completa sobre la composición de una molécula.
* Las fórmulas empíricas proporcionan solo la relación más simple, que es insuficiente para la mayoría de las aplicaciones forenses.
Los científicos forenses necesitan información precisa sobre las moléculas que están analizando para identificar sustancias, analizar evidencia y sacar conclusiones precisas. Las fórmulas moleculares proporcionan este detalle crítico, lo que los hace mucho más valiosos que las fórmulas empíricas en las investigaciones forenses.