1. Alta presión: Los gases son altamente compresibles y se pueden almacenar a presiones muy altas. El contenedor debe poder resistir esta presión sin fallar, lo que requiere un material grueso y fuerte.
2. Potencial de explosión: Si un recipiente de gas falla, la liberación rápida de gas presurizado puede conducir a una explosión. El contenedor debe poder evitar tal evento, lo que requiere un diseño fuerte y resistente.
3. Reactividad química: Algunos gases, como el cloro o el hidrógeno, son altamente reactivos y pueden corroerse o reaccionar con el material del contenedor. El metal debe elegirse para resistir tales reacciones y evitar que el contenedor se degrade.
4. Fluctuaciones de temperatura: Los gases pueden experimentar cambios significativos en la temperatura, lo que puede afectar la presión dentro del contenedor. El metal debe poder resistir estas fluctuaciones sin agrietarse o deformarse.
5. Regulaciones de seguridad: Las regulaciones de seguridad a menudo requieren contenedores de gas para cumplir con los requisitos específicos de resistencia y espesor para garantizar el manejo seguro y el almacenamiento de gases.
6. Transporte y manejo: Los contenedores de gas a menudo se transportan y manejan en varios entornos. El contenedor debe ser lo suficientemente duradero como para soportar los rigores del transporte y el manejo sin daños.
Materiales específicos utilizados:
Los materiales comunes utilizados para los recipientes de gas incluyen:
* acero: Fuerte y duradero, pero puede ser susceptible a la corrosión.
* Acero inoxidable: Ofrece una mayor resistencia a la corrosión que el acero regular.
* Aluminio: Ligero y resistente a la corrosión, pero puede no ser adecuado para todos los gases.
* Materiales compuestos: Ofrezca propiedades livianas y fuertes, pero puede ser menos común para aplicaciones de alta presión.
El material y el grosor específico del contenedor dependen del tipo de gas que se almacena, la presión y la aplicación prevista.