1. termómetros y barómetros: La expansión constante y la contracción de Mercurio con los cambios de temperatura lo hicieron ideal para medir la temperatura. También se usó en barómetros debido a su alta densidad, lo que le permitió responder a los cambios en la presión atmosférica.
2. Luces fluorescentes: El vapor de mercurio se usó en lámparas fluorescentes. Cuando una corriente eléctrica pasa a través del vapor, emite una luz ultravioleta que excita el recubrimiento de fósforo en el interior del tubo, lo que hace que brille. Es por eso que el vapor de mercurio se usó en bombillas fluorescentes.
3. Medicina y odontología: Si bien este es un uso histórico y en gran medida descontinuado debido a su toxicidad, el mercurio se usó una vez en medicina como laxante, diurético y antiséptico. También se usó en amalgamas dentales para llenar las caries, aunque esta práctica también se ha reducido significativamente.
Nota importante: El mercurio es altamente tóxico y debe manejarse con extrema precaución. Es esencial estar al tanto de los riesgos asociados con este elemento y seguir las pautas de seguridad al trabajar con él.