1. Combustión: Esta es la forma más frecuente de CO2. Cuando las sustancias como la madera, los combustibles fósiles (carbón, el petróleo, el gas natural) e incluso algunos tipos de biomasa se queman en presencia de oxígeno, reaccionan químicamente para liberar CO2 como un subproducto.
2. Respiración: Todos los organismos vivos, incluidas plantas y animales, realizan respiración para obtener energía. Este proceso implica descomponer la glucosa (un azúcar) en presencia de oxígeno para liberar energía, y el CO2 es un subproducto.
3. Descomposición: Cuando la materia orgánica como las plantas y animales muertos se descompone, los microorganismos descomponen el material, liberando el CO2 como un subproducto.
4. Procesos industriales: Muchos procesos industriales, como la fabricación de cemento, la producción de acero y la generación de electricidad, involucran reacciones químicas que producen CO2 como subproducto.
5. Erupciones volcánicas: Los volcanes liberan cantidades significativas de CO2 en la atmósfera cuando estallan, como está presente en el magma.
6. Fuga de gas natural: Fuga de tuberías de gas natural y pozos libera metano (CH4) a la atmósfera. El metano es un poderoso gas de efecto invernadero, pero también se puede oxidar para producir CO2.
7. Acidificación del océano: A medida que el océano absorbe CO2 de la atmósfera, se vuelve más ácido. Esto puede conducir a la liberación de CO2 desde el océano de regreso a la atmósfera.
Entonces, mientras que el CO2 se puede producir a partir de muchas fuentes, los impulsores principales son la quema de combustibles fósiles, respiración y descomposición.