* Propiedades físicas: Estas son características que podemos observar sin cambiar la composición química de la sustancia. Los ejemplos incluyen:
* Color: El oro y el cobre son metálicos y tienen una apariencia brillante. El cobre a menudo es marrón rojizo, mientras que el oro es amarillo.
* densidad: El oro es extremadamente denso (19.3 g/cm³), mientras que el cobre es menos denso (8.96 g/cm³).
* maleabilidad y ductilidad: Tanto el oro como el cobre son muy maleables (se pueden martillar en láminas delgadas) y dúctil (se puede dibujar en cables).
* Punto de fusión: El oro tiene un punto de fusión más alto que el cobre (1064 ° C frente a 1084 ° C).
* Propiedades químicas: Así es como reacciona una sustancia con otras sustancias. Dependen de la disposición de los electrones en los átomos de la sustancia.
* Reactividad: El oro es muy poco reactivo, por lo que a menudo se usa en joyas y no se desliza fácilmente. El cobre, por otro lado, es más reactivo y puede formar óxidos (empañado) cuando se expone al aire.
* oxidación: El oro es resistente a la oxidación, mientras que el cobre forma fácilmente óxido de cobre (pátina verde).
* reacciones con ácidos: El oro es resistente a la mayoría de los ácidos, mientras que el cobre reacciona con el ácido nítrico.
En resumen: Si bien el oro y el cobre pueden compartir algunas similitudes físicas, sus propiedades químicas son fundamentalmente diferentes debido a sus distintas estructuras atómicas y configuraciones de electrones. Esta diferencia conduce a reacciones contrastantes con otras sustancias, lo que las hace químicamente distintas.