* han sufrido una reacción química con su entorno. Esta reacción generalmente implica la oxidación del metal, donde los átomos de metal pierden electrones.
* Tienen un cambio en sus propiedades físicas. Este cambio puede incluir:
* Cambio de color: El metal puede decolorarse, a menudo con una apariencia opaca o oxidada.
* Rugosidad de la superficie: La superficie puede volverse picada, áspera o escamosa.
* Pérdida de fuerza: El metal puede debilitarse más y más frágil.
* Pérdida de conductividad: El metal puede volverse menos conductivo a la electricidad o al calor.
* Son menos resistentes a una mayor corrosión. Una vez que un metal comienza a corroerse, se vuelve más susceptible a daños adicionales.
Las reacciones químicas específicas y la apariencia resultante de corrosión pueden variar mucho dependiendo del tipo de metal, el entorno y la presencia de otros factores. Sin embargo, el principio fundamental de la reacción química y el cambio resultante en las propiedades siguen siendo el mismo.