He aquí por qué:
* Las reacciones químicas implican el reordenamiento de los electrones. Solo afectan las cubiertas externas de los átomos, no el núcleo. El plomo y el oro tienen diferentes números de protones en sus núcleos, lo que define su número atómico y los convierte en diferentes elementos.
* Para cambiar el número de protones en un átomo, necesita una reacción nuclear. Esto requiere una energía inmensa, como la que se encuentra en aceleradores de partículas o reactores nucleares.
* Alchemy intentó transmutar el plomo en oro, pero no tuvo éxito. Los alquimistas utilizaron reacciones químicas, que no son lo suficientemente potentes como para cambiar la estructura atómica del plomo.
En términos más simples:
Imagina átomos como Bloques de Lego. Las reacciones químicas son como reorganizar las LEGO de diferentes maneras, pero todavía estás atrapado con el mismo tipo de bloque LEGO. Para convertir el plomo en oro, necesitaría cambiar el núcleo del bloque LEGO en sí, lo cual es imposible con solo reacciones químicas.
Si bien no podemos convertir el plomo en oro a través de reacciones químicas simples, la ciencia moderna ha logrado la transmutación nuclear, convirtiendo el plomo en oro en entornos controlados. Sin embargo, este proceso es increíblemente complejo e intensivo en energía, lo que lo hace poco práctico para la producción de oro a gran escala.